Misión 9: El servidor universal

El alma que nace bajo la vibración del 9 viene a esta vida con una misión muy especial: ser luz, guía y consuelo para los demás. 

Su propósito es dar lo mejor de sí misma en beneficio de la humanidad, acompañar a otros desde la comprensión, la compasión y el amor incondicional. El 9 representa el amor universal, la entrega desinteresada y el servicio al prójimo. 

Estas almas sienten un llamado profundo a ayudar, sanar y sostener a quienes atraviesan dificultades. Su presencia tiene algo sanador: donde llegan, llevan esperanza, inspiración y alivio.

Su gran aprendizaje es dar sin esperar nada a cambio, aprender a soltar el apego a lo material y a los amores posesivos, confiando en que la vida siempre devuelve lo que se entrega desde el corazón. Cuando logran hacerlo, la abundancia llega por añadidura, porque su vibración natural es la de la generosidad y la fe.

Los 9 suelen ser personas brillantes, intuitivas y perceptivas, con una mente amplia y una gran capacidad para encontrar soluciones a los problemas de otros. Son comunicativos, empáticos y carismáticos, aunque en su interior suelen ser más solitarios y reservados de lo que aparentan.

Tienen principios firmes, un alto sentido de la justicia y un profundo compromiso con sus valores. No soportan la hipocresía y prefieren enfrentar las consecuencias de su sinceridad antes que traicionar su verdad.

Son soñadores, románticos, bohemios y sensibles, con una gran inclinación hacia el arte, la espiritualidad y todo lo que conecte con la belleza y el alma. Les mueve la idea de servir, enseñar y dejar el mundo un poco mejor de como lo encontraron.

Aunque su vida no siempre es fácil y muchas veces dan más de lo que reciben, su fortaleza está en su capacidad de levantarse una y otra vez con el corazón abierto, dispuestos a seguir dando amor.

Su lema interior podría ser: “Vine a la vida a servir, y soy feliz mientras pueda ayudar a otros”

Y aunque muchas veces son “luz de la calle y oscuridad de la casa”, su esencia siempre recuerda que el amor que entregan al mundo es, al final, el reflejo más puro de su propia alma.

Cuando aparecen los rasgos negativos de un 9 estas personas cambian por completo su comportamiento, convirtiéndose casi en desconocidos capaces de ser los más egoístas, egocéntricos y arrogantes, disfrutan del dolor ajeno se irritan con gran facilidad, se vuelven rencorosos y les cuesta mucho perdonar.

Sus críticas son completamente destructivas, son amargados, resentidos y culpan a los demás, al destino, a la vida de todos sus fracasos y dolores.

Se convierten en personas impacientes, faltas de compasión, envidiosas, agresivas intolerantes y capaces de engañar a cualquiera. Olvidan completamente su misión en la vida, por lo cual esta se los cobra con sufrimiento físico o emocional.

 

Frase guía: “Vine a la vida a servir desde el amor.”

Reflexiona:

• ¿En qué áreas das tanto que terminas vacía?

• ¿Qué te impide reconocer lo mucho que ya haces por los demás?

Haz un acto de servicio sin esperar nada. Luego agradece internamente la oportunidad de haber servido.